
En primer lugar tenemos que felicitar desde este humilde blog al nuevo campeón del mundo de Formula 1 Jenson Button. El pasado domingo se proclamó matemáticamente campeón a pesar de los esfuerzos de su compañero Rubens Barrichello por evitarlo. Su victoria final se ha basado en una primera mitad de campeonato arrolladora en la que ganó seis de las siete primeras carreras. Durante la segunda parte solo ha tenido que administrar la ventaja conseguida y arriesgar lo menos posible

(cosa que se le da muy bien al británico). Brawn por su parte ha conseguido el título que le acredita, también de manera ya matemática, como el mejor equipo de 2009.
Cualquiera diría a primera hora del domingo, viendo al británico en parrilla en el puesto 14 y a su compañero en la pole, que por la tarde sería campeón. Todo parecía indicar que Barrichello conseguiría la victoria en su casa, recortaría puntos a su compañero y el campeonato quedaría en el aire hasta la última carrera. Sin embargo, el rendimiento de Rubens después de su primera parada cayó en picado y entre unas cosas y otras acabó por detrás de Jenson.
La carrera estuvo llena de sobresaltos, multitud de accidentes, la presencia de la lluvia durante los ensayos libres y la clasificación, adelantamientos variados. Puede decirse que esta carrera fue de las más entretenidas de la temporada. El más espectacular fue el que protagonizaron los dos finlandeses de la parrilla. Kovalainen sale de su box con la manguera aun enganchada, como ya le pasó a Massa el año pasado. En esta ocasión la culpa no es suya, el mecánico de la piruleta la levanta antes de tiempo. Raikkonen viene detrás y se lleva un buen susto:
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